Argentina está experimentando la peor epidemia de dengue en su historia, con 151,310 casos confirmados y 106 muertes según el último boletín del Ministerio de Salud de la Nación. Esta situación es resultado de una combinación de factores que han permitido la expansión del virus en 19 de las 24 jurisdicciones del país.
Aunque se ha dicho que "sin mosquito no hay dengue", la presencia del mosquito Aedes aegypti se ha extendido desde provincias como Jujuy y Salta hasta la región de la Patagonia Norte. Esto ha desencadenado una crisis sanitaria que ha saturado los centros de salud y ha dificultado el acceso a repelentes debido a la falta de stock o su elevado costo.
El debate sobre la vacunación contra el dengue también ha surgido, con la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) recomendando al Gobierno implementar una estrategia focalizada de vacunación. Aunque la vacuna está disponible en el sector privado, provincias como Misiones y Salta han comenzado la vacunación en grupos específicos en vacunatorios públicos.
El cambio climático ha desempeñado un papel crucial en esta epidemia. El aumento de la temperatura mínima promedio ha prolongado la temporada en la que los mosquitos y el virus del dengue pueden sobrevivir y reproducirse. Además, el fenómeno de El Niño ha provocado lluvias por encima de lo normal en algunas áreas, creando condiciones propicias para la proliferación de mosquitos.
Factores sociales también contribuyen al problema. La falta de acciones coordinadas a nivel estatal para la prevención y promoción de medidas contra el dengue ha dejado la responsabilidad en manos de los individuos y hogares. Esto contrasta con estrategias integrales como la implementada en Brasil, donde se ha comenzado a vacunar a grupos específicos dentro del sistema de salud público.
Expertos hacen hincapié en la necesidad de políticas públicas integrales para abordar el problema del dengue, que no se limiten a la vacunación. Es crucial mejorar las condiciones ambientales en los barrios y espacios públicos para reducir la presencia de criaderos de mosquitos. Esta crisis en Argentina es parte de una tendencia regional, con otros países de América Latina y el Caribe también experimentando aumentos significativos en casos de dengue y emitiendo alertas epidemiológicas para tomar medidas preventivas a tiempo.